jueves, 25 de febrero de 2010

Viaje a La Suisse

Fondation de l´Hermitage
100 chefs - dóeuvre du Stäel Museum



En lo alto de Laussane y al comienzo del bosque de Sauvabelin se encuentra este pequeño museo. Dejamos el coche en un aparcamieto próximo y descendemos un camino absolutamente nevado que nos deslumbra por el sol que luce en la ciudad.

La exposición ofrece una trayectoria excepcional a través de las principales corrientes artisticas, del romanticismo hasta el expresionismo. Desde los paisajes realistas de Corot y Courbet hasta los retrtos impresionistas de Renoire, se exponían juntos "la fin du dejuner" y "retrato de una joven leyendo", para mi, las joyas de la exposición. Al lado un Degas también espectacular en contraste "Musiciens à l´orchestre".
En la planta baja toda una serie de obras de los artistas simbolistas como Böcklin, Ensor, Moreau, Munch, Redon, que conjugan a la perfección con una serie de telas intimistas de pintores Nabis como Bonnard, Vallotton o Vuilard.

Por ´ltm, se muestran algunas obras del expresionismo alemán, representado por Die Brücke y Der Blaue Reiter. Impresiona la obra "Chien couché dans la neige" de Franz Marc. Pero sobre todo nos quedamos con el descubrimiento del pintor Max Beckmann que propone una arte deforme en cuanto perspectivas que revela y retrata las preocupaciones de su época.

martes, 2 de febrero de 2010

La Comédie Française

Les Joyeuses Commères de Windsor (Las alegres comadres de Windsor)Una comedia de William Shakespeare, traducida al francés por Jean-Michel Déprats y Jean-PierreRichard.

Todos los lunes La Comédie Française, el primer teatro nacional de Francia, subvencionado directamente por el Estado, ofrece gratis un número limitado de entradas para los jóvenes menores de 26 años. Tras hacer cola durante una hora, helados de frío bajo los pórticos de su precioso edificio y a pesar de que las butacas asignadas a los jóvenes eran las de los laterales de la segunda planta que reducían bastante el ángulo de visión, pudimos disfrutar de un primer acto que ninguno de los Erasmus (belgas, alemanes, italianos y españoles) entendió. (Los belgas de hecho se fueron en el descanso)

Pero quienes nos quedamos al segundo acto tuvimos nuestra recompensa, ¡se produjo el desenlace! ¡ya lo comprendíamos todo! reíamos, nos confundíamos, lo volvíamos a entender y sobre todo, disfrutamos de la increible actuación de los actores, de la trama, de la puesta en escena y del fantástico vestuario y caracterización de los personajes.

A pesar de la barrera del idioma, el teatro, los gestos y las emociones, tienen ese no se que... esa magia que te cautiva....
y más tratándose de Shakespeare